Saludos, Guerreras Poderosas!

Sé que para muchos de ustedes esta fase de la limpieza es extremadamente difícil. Hoy es un nuevo día, así que si tu no has sido tan perfecta como esperabas ser, déjalo  y renovar! La deconstrucción de nuestra relación con la comida y lo que consumimos es una hazaña digna de nuestra dulzura más profunda. Durante esta fase de eliminación de parásitos, es importante tener en cuenta que no sólo estamos expulsando formas de vida venenosas de nuestro cuerpo físico, sino de nuestros cuerpos mentales y espirituales. El cuerpo físico no es sólo un reflejo de lo que ingerimos a través de la carne, sino también una manifestación de lo que sucede en nuestras mentes y espíritus. Y así como nos armamos de curación y desintoxicación de los alimentos que nutren y curan, por lo que tenemos que armarnos de herramientas para eliminar el parásito que chupa la energía y la paz de nuestra mente.

Don Miguel Ruiz habla de la creencia tolteca del parásito en el interior de nuestra mente viviente, robándonos de energía vital. Dice que el parásito es "un monstruo de mil cabezas." Cada cabeza es uno de nuestros temores. Y esos temores se interpretan como nuestros juicios y prejuicios, nuestra auto-victimización, y todas las creencias que hemos sido domesticados a aceptar como verdad. Así mismo modo que se mueren de hambre los parásitos que crean desequilibrios y el caos en nuestro cuerpo mediante la eliminación de sus fuentes de combustible (azúcar, cereales refinados, lácteos, etc.), también vale la pena considerar lo que alimenta el parásito en nuestra mente. Y a medida que creamos un ambiente interno en el que sólo las bacterias beneficiosas pueden prosperar, también hay que considerar cómo podemos crear un entorno psico-espiritual donde sólo las ideas beneficiosas pueden prosperar.

La confianza de que el proceso que estamos viviendo como una comunidad es un deshacer de lo que aprendimos; un reto contra todas las instituciones que crearon nuestra elección de alimentos sin pensar. A medida que purgamos las toxinas y los parásitos moribundos, casi puedo garantizar de que otra capa de creencias que acechan en tu cabeza comienzan a emerger. Tal vez sientes fuertes deseos de volver a tus modas anteriores. Tal vez pensamientos insistentes te mantienen despierta de noche. Tal vez te sientes una intensa auto-compasión o el miedo abrumador alrededor de un problema u otra en tu vida. Y tal vez la ira no resuelta está brotando más y más intensamente con cada día que pasa. El hígado es el lugar donde se almacena la ira. ¡Liberarlo! Permite que sea revelada y toma medidas para curarla. Esto es todo natural y parte del proceso necesario para que la “tu” verdadera pueda florecer. Don Miguel Ruiz también dice que “el Parasito quiere que llevemos con nosotros el pasado, y por eso se siente tan pesado vivir.”  A medida que nos despojamos de lo que ya no nos sirve, el peso del pasado también comenzará a derretirse. Sé el observador de tu propio renacimiento. Considera los pensamientos y sentimientos que alimentan el miedo y el juicio, y sólo por hoy, haz que se muera de hambre el parásito. Recuerda: Tu no eres tus pensamientos. Ser parte de este mundo significa reconciliarnos con el hecho de que las energías depredadores son inherentes a nuestra experiencia. El sushi se come y el pensamiento elige activar y comprometerse con potencialmente introducir un nuevo parásito a tu bienestar. Pero si tu dominas experimentar y comprender el antídoto, serás libre!

De ese "monstruo de mil cabezas" en nuestra mente, hoy vamos a tomar una de esas cabezas. Haz una pausa hasta que  aparece el primer miedo o juicio o impulso irracional a participar en algo que no está en su mejor interés. Que esa sea la cabeza que noqueas hoy. Considere lo que los alimenta. Qué es lo que hace la cabeza más grande y más fuerte? Haz lo contrario! No alimenta al monstruo! Y al igual que cuando éramos pequeños y realmente creía que había monstruos debajo de la cama, un día sin siquiera pensar en ello, se olvidó del monstruo y ya no crea miedo en nosotros; ya no nos hizo sufrir. "El Cucuy" era mi mayor temor! Mirando hacia atrás, era tan tonto pero tan real. Los pensamientos son pensamientos sólo a menos que se les da la energía que necesitan para convertirse en creencias. Tu no eres tus pensamientos, por lo que no vayas a creer todo que está en tu cabeza.

Yo abrazo y les apoyo completamente hoy! No temas el monstruo, enséñale quién es el jefe! Comparte en nuestra página de grupo si te inspiras! Te envío tanto amor y Luz !!!

©Erika Elizondo, H.H.C